.

.
... al abrir los Registros Akáshicos, Alex accede a un bosque de sequoias y se deja fascinar por la belleza del lugar, la luz del sol que filtra desde la copa de los árboles a cientos de metros de altura, el canto de los pájaros... y de pronto, ¡roza un árbol!

En esta ocasión el protagonista puede "tocar", situación que lo asombra, ya que en todas sus videncias anteriores, solo puede ver imágenes o escuchar palabras o sonidos. De todas formas, decide seguir adelante pensando que esta vez, la "visión" es más real que en otras oportunidades...
Pasan los minutos y comienza a sentir miedo, por lo que decide finalizar su búsqueda de respuestas; enuncia el mantra sagrado para volver a su habitación y descubre con horror, que por más que abre y cierra los ojos, lo único que consigue ver, es el bosque de sequoias.

¿Qué harías si te pasara algo así?

Eso le pasó a Alex...